sábado, 30 de octubre de 2010

El Arte de llevar la Mochila


De acuerdo al diccionario la palabra desilusión tiene dos significados:
  1. Desengaño, decepción, impresión que se experimenta cuando alguna cosa no responde a las expectativas que se habían creado.
  2. Pérdida de la ilusión o falta de ella.

De estos dos conceptos el que más se me impregna en el alma es el primero, "impresión que se experimenta cuando algo no responde a las expectativas..."

El ser humano es capaz de experimentar muchos sentimientos y emociones pero he aprendido que lo fundamental es la "impresión" que dejamos o que nos dejan. La impresión que dejamos en las personas que amamos no siempre es la que se espera. Somos imperfectos y aún nos falta mucho para ser las personas que deberíamos ser, si nuestro objetivo es alcanzar la felicidad.

Cuantas veces nos hemos sentido solos y nos hemos ahogado en un vaso de agua, cuantas veces lo que nos ha parecido algo gravísimo, para otro es algo sin importancia. Lo esencial es aprender a usar los zapatos del otro... y que tal si en vez de hablar de zapatos, hablamos de mochilas...
Sí, mochilas, backpacks, morrales, como quieras llamarlos. Son invisibles y los llevamos a nuestras espaldas. Van llenos de mucho y a la vez de nada, depende de cada uno el saber afrontar el peso de esa mochila...

Es nuestro equipaje, es inherente a nosotros como seres humanos... muchas veces solo llevarás la tuya y muchas veces tendrás que llevar también la de alguien mas. Estás dispuesto a hacerlo?
Todo tiene un arte, también tiene una artimaña, habrá personas que la llevarán de manera fácil, otras la llevarán pesadamente.

Nacemos al pie de una montaña alta y llena de obstáculos, nuestro objetivo es llegar a la cima y tenemos que cargar ese equipaje. Digamos que dentro de esa mochila llevamos piedras y también burbujas, consideremos a las piedras como los sentimientos negativos tales como el rencor, el odio, la dejadez, la falta de consideración, el desamor, la falta de atención etc. y digamos que las burbujas son el perdón, la reconciliación, la tolerancia, el afecto, el amor, la paciencia etc.

A medida que vamos creciendo y vamos ascendiendo esa montaña, encontraremos opciones que nos permitirán aligerar nuestra carga o hacerla más pesada, la decisión que tomemos con respecto a qué opción elegiremos, dependerá de nuestro estado de ánimo, o del momento o circunstancia en que este nuestra vida en ese momento exacto. Muchas veces cometeremos errores y nuestra mochila se llenará de piedras, lo ideal es irlas cambiando por burbujas para que el viaje no sea tan pesado.

El arte de saber llevar la mochila consiste en el equilibrio, yo particularmente no quiero una mochila muy ligera porque llegaría muy pronto y muy fácil a la cima de la montaña. Tampoco quiero una mochila muy pesada porque necesito disfrutar la ascención y convertirla en un paseo largo y maravilloso. Cuando llegue al final, con la mochila a cuestas me sentaré tal vez cansada, la abriré y evaluaré mis decisiones, contaré cuantas piedras llevo y cuantas burbujas y no espero ni quiero no encontrar piedras al abrir mi mochila, es más, siento que las necesito, porque cada piedra es un recordatorio de lo que debo mejorar y cada burbuja es un trofeo de lo que logré superar y vencer...

Cuando llegue a la cima abriré mi mochila y dejaré que mis burbujas se eleven, ellas al marcharse dejarán un espacio donde yo colocaré más piedras, pero esta vez no serán mías, serán las piedras que alguien más fue arrojando solo por aligerar su carga y hacérselo fácil, sin darse cuenta que al hacerlo perdía parte de su esencia, piedras que yo recogeré discretamente para colocar dentro de mi mochila, porque sé que las necesitará cuando le toque hacer su recuento final....

El arte de llevar la mochila consiste en saber dónde y cómo hallar el equilibrio, consiste en recoger las piedras que la gente que amas va dejando porque ya no puede más, y notarás que ellos siempre irán delante tuyo, lo importante es estar dispuesto a recoger las piedras aunque sea más sencillo sacarlas del camino.

Cuando llegue a mi cima, al final de éste, mi camino actual, espero poder sonreir al ver que mis piedras equiparan a mis burbujas, me sentiré agradecida por haber conseguido ser un mejor ser humano. Me sentiré feliz porque al fin podré tenderme de cara al cielo y tendré la completa seguridad de que mi siguiente montaña comenzará con una nueva mochila, y espero, deseo de todo corazón, empezar esa nueva vida sintiendo el peso de mis nuevas piedras y habiendo aprendido cómo dejar las impresiones correctas en las personas que amo.

jueves, 28 de octubre de 2010

El Arte de Seguir


"Cuando la gente que te importa te decepciona, sean amigos o familia y te hacen pensar que lo que das con tanto amor no es valorado, cuando te sientes rendido y necesitas de alguien y te das cuenta que no hay nadie; solo te queda pensar que cometiste el error de dejar tu corazón y tus sentimientos al descubierto, te quedaste desprotegido, vulnerable, entiendes que nadie mirará con tus ojos y nadie se pondrá en tus zapatos y mucho menos harán lo que tu esperas que hagan por ti y tampoco recordarán lo que tu hiciste por ellos... te das cuenta que la única fuente de consuelo está en ti mismo... Ese es el momento justo en donde por un momento deberás escuchar a tu cerebro y callar a tu corazón, levántate y sigue tu camino sin mirar atrás, la vida es una constante lucha donde sólo sobrevive el más fuerte..."

domingo, 17 de octubre de 2010

Entre Leones


La leona se acerco también y quedo justo enfrente de león, curiosa comenzo a olerlo maravillada con el pelaje del extranjero, el león por mientras se quedo quieto sorprendido por sus palabras sintiendo que la leona estaba en medio del ritual mas importante que el haya visto y del que ahora era parte. Ella comenzó con la nariz del león, luego paso a sus orejas, por el hocico, por el lomo y por sus patas cansadas, hasta que finalmente descubrió que lo amaba, no lo amaba desde que lo vio, ni desde que sintió su olor, sino desde que las estrellas nacieron y desde que sus almas fueron puestas en el mundo. Lo amó con la nobleza de los animales y con la inocencia de la naturaleza, con la fuerza de los vientos y con la tranquilidad del agua sobre la hierba. La leona dio unos pasos atrás y se quedo observándolo, sus orejas puntiagudas, el pelaje amarillento, la cara solitaria, la sonrisa aleonada y los ojos tristes y le pareció que todo era perfecto.
La leona se quedo observándolo unos segundos más antes de que el león motivado por eso que por fin había encontrado saliera corriendo valle abajo sin decir palabra alguna pero con la seguridad de que ella lo seguiría hasta el mismo infierno si el se lo pidiera. En efecto, así fue, ella apuro el paso detrás de el hasta que corrió junto a el, dando saltos y riendo sin abrir la boca mientras el le respondía con mordiscos cariñosos y juguetones empujones. Así fue como el la amó, como aman los solitarios casi como el brillo de las estrellas que ya se hacían visibles. Sin quererlo o quizás por el destino en aquel extraño lugar donde arden las estrellas nació eso a lo que llaman amor, eso que muchos conocen pero pocos tienen la valentía de explicar y menos aun están en lo correcto.
Así corrieron juntos, toda la tarde hasta que el destino los llevó al sauce donde el león había dormido la noche anterior, ahí el león imagino como pasarían noches y días juntos, imaginó la felicidad de romper con su tristeza y se imagino llenó de alegria corriendo y compartiendo su libertad junto a la leona. El león se acostó en el suelo y la leona sin decir nada se echó sobre el, el león sintió el calor felino de la leona y por fin tuvo tranquilidad antes de dormir, cerro los ojos lentamente tratando de disfrutar cada instante mientras miraba arder las estrellas justo enfrente de el, hasta que cayó rendido por el amor y por el sueño.
El león despertó muy entrada la noche cuando la luna llena brillaba preciosa enfrente de el, pensó en despertar a la leona para que lo escuchase rugir y para que viese como le contase a la luna la felicidad que había alcanzado desde que la conoció. Así que la miró y sólo pudo sorprenderse en silencio cuando vio en la leona la sonrisa de felicidad y entrega que tenia. La leona había muerto, había muerto de hambre al no comer en seis días mientra lo buscaba, pero eso el león no lo sabia y con la tristeza en la garganta rugió con todas sus fuerzas a la luna y fue tal la tristeza de aquel león que su llanto callo a los peces, los pájaros guardaron silencio y hasta los fríos lobos de la tierra sintieron respeto por el dolor de su vida.

El Arte de Saber Estar Ahí

Si un día te dan ganas de llorar…llámame;
no te prometo hacerte reír, mas puedo llorar contigo.
Si un día resuelves huir, no dudes en llamarme,
no te prometo pedir que te detengas, mas puedo huir contigo.
Si un día te dan ganas locas de no escuchar a nadie…llámame;
te prometo quedarme junto a ti en silencio.
Pero si un día me llamas y no respondo, ven corriendo a mi encuentro,
tal vez sea yo quien necesite de ti.

sábado, 16 de octubre de 2010

El Arte de no Olvidar


Me enseñaste a dividir 
Que la suma de uno y uno siempre es uno si se aprende a compartir  
Me enseñaste que los celos son traviesos que es mitad falta de sesos y mitad inseguridad 
Me enseñaste a ser pareja en libertad
Me enseñaste que el amor no es una reja y que es mentira la verdad 
Me enseñaste que no es bueno el que te ayuda sino el que no te molesta
Me enseñaste que abrazada a tu cintura todo parece una fiesta 
Me enseñaste muchas cosas de la cama que es mejor cuando se ama y que es tambien para dormir
Me enseñaste entre otras cosas a vivir
Me enseñaste que una duda puede mas que una razón pero fallaste mi gurú 
Se te olvidó enseñarme que hago si no estas tu  
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte 
Desde filosofia hasta como tocarte 
A saber que el afrodisiaco mas cumplidor no son los mariscos sino el amor 
Pero no me enseñaste a olvidarte
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte 
A convertir una caricia en una obra de arte 
A saber que los abogados saben poco de amor 
Y que el amor se cohibe en los juzgados 
Pero no me enseñaste a olvidarte  
Donde se apaga el amor que quedó no encuentro el interruptor 
Si hay que aceptar que nuestra historia voló ¿De donde saco el valor?

El Arte de Sacar la Tristeza


Descubriendo su sabor...

Cada vez que una lagrima cae por los ojos, nos engaña. Nos hace creer que el sabor de la tristeza es salado. Pero sépanlo, ése no es su verdadero sabor. Las lágrimas son camuflajes. Pueden caer litros, cataratas, no importa. Una lágrima nunca va a lograr del todo su función principal. Pueden servir como calmantes, pero nunca te alivian por completo.

En el fondo la respuesta es lógica y todos la sabemos. El problema es que muchos no aceptan su verdadero sabor. Pero vamos, no te mientas. La tristeza real no es salada. Hacerse el tonto es el camino más fácil, pero no el más efectivo. Las lágrimas usan la sal para esconderse. Despistarte. Pero ya es hora de decir la verdad de una buena vez: la tristeza es amarga. Sí. Es más amarga que un jarabe para la tos, pero no se cura ni con quimioterapia. Es amarga de verdad. La sal de una lagrima es un tímido intento de aceptar ese sentimiento. Se queda en el medio. Para mi una lagrima amarga sería mucho más real. Más necesaria. Más sana.



El Arte de Decir Adiós


Así que bésame mi amor
y digámonos adiós
que cuando esté demasiado vieja para soñar
tu beso vivirá en mi corazón

Oscar Hammerstein